En innumerables ocasiones cuando nos ha tocado platicar con diferentes empresarios, funcionarios públicos o ejecutivos de alguna corporación nos hemos encontrado con comentarios referentes al miedo que les ocasionaría que sus empleados conozcan acerca del mobbing, probablemente porque estos piensan que si sus empleados tienen algún conocimiento de un término que ellos mismos desconocen pueden acarrearse conflictos entre sus empleados, que se molesten por las simples exigencias del empleo argumentando “sus derechos como empleado” para no trabajar, o que los mismos demanden a la empresa haciéndolos perder energía y dinero a sus empresas, sin embargo nada más lejos de la realidad.
La verdad es que si las personas tanto jefes como empleados conocen de sus derechos y obligaciones como empleados, y de cómo funciona este fenómeno del mobbing, les sería más fácil tomar cartas en el asunto de la mejor forma ya que todos dentro de la organización sabrían qué es lo que exactamente ocurre y se evitaría culpabilizar a las víctimas, y los acosadores pensarían dos veces antes de agredir a un buen trabajador, así como también los malos elementos evitarían holgazanear, pues precisamente donde la organización interviene y se involucra con políticas de prevención del mobbing, éste fenómeno disminuye casi completamente.
Desmitificando:
Se piensa muchas veces que el mobbing son los conflictos generados por llamadas de atención de algún jefe o compañero irresponsable. Falso, no son simples conflictos, son una serie de acciones reiteradas y premeditadas con un objetivo claro, que una persona perfectamente apta y moralmente sana, salga de la organización porque a una persona en particular (el acosador) le estorba en sus intereses personales y subjetivos.
Aclarando perfiles:
- Las víctimas del mobbing. Son trabajadores válidos, aptos, o incluso brillantes, y por lo general personas que se desenvuelven sanamente en sus relaciones con los demás.
- Los acosadores. Contrario a las víctimas, estos depredadores sociales solo aparentan eficiencia cuando no la hay, ya que innumerables ocasiones se sirven de los demás y se atribuyen el crédito de los méritos ajenos, son manipuladores encantadores que jamás traen beneficios en las organizaciones sino que solo buscan su propio beneficio. Estos pueden tener comúnmente perfiles psicopáticos, paranoides o narcisistas.
- El irresponsable. Por otro lado si dentro de una organización existe alguien que no cumple con su trabajo, que le gana la flojera, que no pone de su parte, impuntual y en general irresponsable, la organización no necesita que a una persona así se le haga mobbing para deshacerse de ella sin grandes costos, pues la persona facilitó los elementos para un “despido barato”, pues no es culpa de la empresa que contrató a un trabajador por hacer un trabajo que no cumplió. Por lo tanto es perfectamente válido que se despida a un trabajador con tales características y en ningún caso sería víctima pues se trata de medidas disciplinarias por incumplir con el objeto del contrato de trabajo.
Entonces las organizaciones deberían ser más conscientes de que el mobbing no beneficia en nada a la organización, pues lo que ocurre es que la víctima del mobbing termina saliendo de la organización y el acosador repite el ciclo cobrando otra nueva víctima, pero habiendo perfeccionado su técnica manipuladora y dañina cada vez más.
Por lo tanto este tipo de personas van intoxicando poco a poco a las organizaciones haciéndolas cada vez menos productivas, los empleados en lo general se ven cada vez menos comprometidos con la organización, lo que genera rotación de personal y poca productividad en un mal ambiente de trabajo donde la empresa pierde junto con aquellos colaboradores que son víctimas. En cambio la empresa se encontraría en una situación de ganar-ganar cuando se preocupa el bienestar de sus trabajadores responsables, ya que los empleados pueden sentirse realizados en un centro de trabajo que les ofrece un ambiente sano y un modo honesto de vivir y la empresa alcanza sus objetivos económicos y aún mas gracias al equipo de trabajo que lo respalda con la camiseta bien puesta y sobre todo limpia.
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