Por Cristina Carmona Lazo.
Después de un cambio drástico, en ocasiones se vienen cambios en ámbito del trabajo, en la época que vivimos se han visto dos muy grandes derivados del confinamiento: desempleo y cambios en la dinámica de trabajo.
El desempleo se ha visto como ya
sabemos por los cierres o restricciones en muchas empresas, lo que ocasiona
recortes y despidos.
Y los cambios en la dinámica de
trabajo se han visto por las formas en las cuales se han organizado los centros
de trabajo para sacar adelante sus tareas y objetivos, esto principalmente con
el trabajo remoto, lo cual tiene aspectos tanto positivos como negativos de los
cuales en ésta ocasión no trataremos.
Por lo anterior, se vislumbra que
en este tiempo actual y en el próximo corto plazo, se pueden generar una serie
de malas prácticas dentro de las organizaciones, las cuales se tienen que
controlar a tiempo a fin de no generar mayores consecuencias:
- · Falta de motivación. La pandemia ha traído preocupación y ansiedad a mucha gente, y aunado al cierre de empresas y recortes de personal, las personas tienen una baja en su estado anímico importante que puede generar en algunos casos falta de motivación.
- · Falta de coordinación. El trabajo remoto requiere de un plan de acción y coordinación entre los equipos de trabajo, ésta coordinación es sumamente importante a fin de que todos los trabajadores puedan estar en comunicación sin perder las ventajas que implica trabajar desde casa, esto para que las personas no terminen trabajando innecesariamente a altas horas de la noche, aumenten las cargas de trabajo o bien que se considere que se les puede buscar a todas horas.
- · Falta de cumplimiento de las tareas asignadas. Además de la falta de coordinación y la baja motivación, muchas personas pueden optar por pensar que están de vacaciones por estar en su casa. Nos ha tocado escuchar testimonios de personas que se quejan de sus propios compañeros al no saber de ellos en varios días, entorpeciendo los objetivos de los equipos de trabajo.
- · Aumento de las cargas de trabajo. Las cargas de trabajo en ocasiones aumentan, ya sea por la misma falta de coordinación o por aprovechar la oportunidad de que los trabajadores se encuentran en casa “disponibles” para cumplir con las tareas asignadas.
Éstas malas prácticas a su vez
generan algunos riesgos psicosociales como lo son:
- · Mobbing o acoso laboral. Ya que la falta de oportunidades que va en aumento, cotiza los puestos de trabajo en funcionamiento, por lo que los acosadores, sobre todo aquellos que se encuentran con personas a su cargo aprovechan ésta situación para amenazar, hostigar, sobajar, etc. a los trabajadores, a fin de que estos salgan de la organización, y estos a su vez soportan estás situaciones por el miedo de perder su fuente de empleo. Para evitar esto, además de tener buenas prácticas, es necesario que la empresa tenga políticas anti acoso, normativas y protocolos que sancionen y prevengan el mobbing.
- · Estrés. Vivimos en un mundo lleno de éste síntoma por las demandas tan altas a pesar de todas las comodidades de la actualidad; en base a las malas prácticas anteriormente mencionadas, de no controlarlas, el estrés se hará presente si o si en las personas, lo cual puede llevar a las organizaciones a que baje el rendimiento de sus trabajadores, aumenten las bajas por enfermedad, entre otras consecuencias.
- · Burnout. Este fenómeno del síndrome de burnout o del quemado, se puede dar si las cargas de trabajo y la organización de las mismas prevalece por periodos prolongados, lo cual genera un aumento de los costos de la empresa debido a errores por agotamiento mental y emocional del trabajador.
- · Interferencia en la relación trabajo-familia. Las malas prácticas descritas, pueden interferir también en los tiempos que el trabajador tiene para su descanso y recreación, por lo cual puede existir un menor rendimiento en las funciones y aumento de los costos en la empresa debido a errores, así como también puede aumentar la rotación de personal a pesar de la situación de cierre de empresas, las personas en ocasiones optan por salir de la organización para preservar su salud física y mental.
Por lo anterior, es necesario
reestructurar total o parcialmente la dinámica de trabajo en las
organizaciones, de manera que los trabajadores tengan un equilibrio entre su
vida laboral y personal que les permita generar mayores rendimientos en
productividad y resultados para la empresa.
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