Este es el primero de una serie de testimonios que se estarán publicando en el blog de ésta página y los respectivos enlaces en las redes sociales.
El objetivo es dar a conocer a grandes rasgos las múltiples formas en las que el mobbing afecta a las personas, y a las empresas, y con ello crear conciencia y llegar a las personas que directamente se ven afectadas por este fenómeno.
"Recién egresada de la universidad, entré a trabajar de auxiliar con un profesionista independiente que tenía a otras 2 auxiliares y una secretaria.
Casi desde que llegué y los primeros meses, las auxiliares me guardaban distancia y cada vez eran más y más groseras conmigo, aunque el jefe era muy amable conmigo y elogiaba mi trabajo. En cuanto a mis compañeras, el jefe me comentaba que ellas me tenían envidia por mi excelente trabajo y que por ese motivo así eran ellas conmigo.
Luego mi jefe comenzó a darme más y más cosas que hacer, y a exigirme más con el argumento de que era la única que hacia bien las cosas.
Tiempo después, el jefe comenzó a contarme cosas personales, “supuestos problemas personales”. Esto solo era una estrategia para saber mi situación personal, y mis debilidades.
Una vez que él jede tuvo suficiente información personales, familiar y sobre todo conocimiento de mis debilidades, como las cosas que me hacían sentir mal, o que me disgustaban, o la grandísima necesidad económica y familiar que tenía, comenzó a insultarme, a rebajarme, también a descalificar mi trabajo y señalar cualquier error por mínimo que fuera como un gran problema.
Comenzó también a aumentar los ataques de mis compañeras, que éstos no eran más que chismes y habladurías negativas de mi persona que desde el inicio mi jefe sembró en ellas, a fin de aislarme socialmente en el trabajo y no pudiera tener aliados, información, ni testigos a mi favor, lamentablemente me di cuenta de esto muy tarde, ya que no tenía conocimiento de lo que me estaba sucediendo, ni lo sabía categorizar como “mobbing”.
Después de 2 años decidí renunciar, ya que los ataques de ser una o dos veces al mes, ya eran casi a diario. Ya que no podía aguantar que mis compañeras me ignoraran o me enviaran indirectas o se burlaran de mí en mi cara, y que mi jefe aparte de todo me insultara a diario, desaprobara mi trabajo y tuviera que trabajar prácticamente sin descanso por las excesivas cargas de trabajo impuestas para este tiempo.
Una vez que entré a trabajar en otro lugar, pensé que la pesadilla terminaría sin embargo el exjefe, comenzó a molestarme con hablar mal de mí con mi nuevo jefe afectando considerablemente mi nuevo empleo, amenazándome por teléfono con arruinar mi carrera, a seguirme en la calle, pasando por mi casa e inmiscuyéndose con cliente que gané de forma independiente, entre otros.
Han pasado ya casi cuatro años desde el día en que renuncié, y casi 6 del inicio de la pesadilla que viví al trabajar en ese lugar, y apenas siento que he superado con mucho esfuerzo el estrés que viví y el dolor de la incomprensión (revictamización) de mi familia y amigos... Gracias a la información acerca de lo que sucedía, llamar las cosas por su nombre “mobbing” y el apoyo de personas a mi alrededor que son conscientes de este problema, ahora veo las cosas diferente y comprendo que “un peligro pierde mucho de su amenaza cuando se ha descubierto su causa. Konrad Lorenz”, y sobre todo comienzo a recuperar la confianza en mí misma sabiendo que “hay vida después del mobbing”.
Anónima, Septiembre de 2015.
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